Según la leyenda, los templarios defendían la TORRE DE MALAMONEDA de los musulmanes, en Hontanar, y al no poder tomar la fortaleza...

        secuestraron a dos caballeros ofreciéndoles recompensa para que les abrieran el portillo. Uno se negó y fue decapitado. El traidor aceptó recibiendo una moneda de oro y por la noche abrió la puerta a los musulmanes que decapitaron a todos sus defensores, incluido al traidor, arrojándoles a las rocas. Al ser reconquistada por los cristianos, vieron que los cadáveres habían derretido la roca formando sepulturas, excepto el del traidor que fue devorado por las alimañas, encontrándose en su mano la moneda de la traición que dio nombre a este lugar.

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